La caudofagia es un gran problema de bienestar animal en las explotaciones porcinas.
Sin embargo, a pesar de que hay mucha información sobre los factores de riesgo relacionados con el alojamiento y el manejo, las bases biológicas de este problema de comportamiento son poco conocidas.
Por ello, investigadores finlandeses y noruegos han llevado a cabo un estudio para determinar un posible vínculo entre la caudofagia, basada en los registros del comportamiento de los cerdos durante un brote, y ciertos neurotransmisores en diferentes regiones del cerebro de estos cerdos.
Se evaluaron 33 cerdos en una granja con un largo historial de caudofagia.
Se seleccionaron tres grupos fenotípicos de comportamiento igual de grandes, equilibrados por sexo y edad, quedando 11 tríos de cerdos siguiendo la siguiente configuración:
Como resultado de su estudio, encontraron una relación entre el comportamiento de mordedura de cola y el metabolismo de la serotonina y la dopamina.
Se observó una tendencia hacia un mayor nivel de ácido 5-hidroxiindolacético (5-HIAA) en la corteza prefrontal de los cerdos mordedores en comparación con los otros grupos, mientras que los cerdos mordidos mostraron cambios en el metabolismo de la serotonina y la dopamina en la corteza estriada y límbica.
Además, tanto en la corteza estriada como en la corteza límbica, varios de los neurotransmisores y sus metabolitos se correlacionaron positivamente con la frecuencia de mordeduras recibidas por el cerdo.
Este es el primer estudio que establece una relación entre la neurotransmisión cerebral y el comportamiento de la caudofagia, observándose un aumento del metabolismo de la serotonina en la corteza prefrontal de cerdos mordedores y un cambio en el metabolismo de la dopamina y la serotonina en las cortezas estriada y límbica de cerdos mordidos, posiblemente debido al estrés agudo asociado a la mordedura.
Por Rocío García Espejo
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