En la presente revisión se discutirán los mecanismos fisiopatológicos específicos relacionados con el estrés responsables de impulsar la disfunción de la barrera gastrointestinal inducida por el destete y las implicaciones para la salud intestinal.
El intestino debe proporcionar una barrera a los componentes patógenos y antigénicos en la luz para prevenir una activación inmune abrumadora y una posible sepsis, que es fundamental para la supervivencia del huésped.
Sin embargo, simultáneamente, el sistema gastrointestinal debe transportar de manera eficiente nutrientes luminales, agua y electrolitos, que son vitales para el mantenimiento y el crecimiento, y absorber selectivamente antígenos dietéticos y microbianos para facilitar el desarrollo y la educación adecuados del sistema inmunológico de las mucosas.
Para realizar estas funciones divergentes, el sistema gastrointestinal está equipado con múltiples capas de sofisticados mecanismos de barrera.
La barrera gastrointestinal está compuesta por un sistema de múltiples capas de mecanismos de defensa del huésped proporcionados por las células epiteliales intestinales y componentes del sistema nervioso inmune y entérico.
Los primeros tres meses de vida posnatal representan un importante período de maduración del desarrollo gastrointestinal en el cerdo.
Durante este tiempo, el fenotipo y la función del epitelio intestinal, inmunológico y del sistema nervioso entérico cambian drásticamente a medida que el lechón se adapta a la vida en el entorno extrauterino.
Mientras que algunos cambios en el desarrollo son el resultado de una programación genética intrínseca o de relojes biológicos, muchos cambios están influenciados por señales ambientales cambiantes.
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