Durante los meses de marzo-abril de 2013 aparecen los primeros casos:
Los orígenes están asociados a una pirámide de producción pero no a todas las explotaciones de la misma, produciendo un incremento del coste de producción por penalización de:
Hallazgos en necropsias:
Las cepas encontradas en las granjas afectadas se muestran en la Tabla 1
Tabla 1. Cepas encontradas en las granjas afectadas
La Granja P es la explotación origen de las reproductoras, tal y como se observa en la tabla, el origen de las cerditas es positivo a APP no siguiendo una distribución homogénea de la enfermedad en el resto de las explotaciones.
Gráfico 1. Recirculación de la bacteria en la Granja P -granja origen de reproductoras-
En este caso no se observa sintomatología de la enfermedad en la recría de cerditas. Aunque sí recirculación (Gráfico 1).
La creación de portadores -futuras cerditas- es el principal factor de riesgo. Esto propicia a su vez la producción de portadores en cebo que son los responsables de provocar los graves brotes de enfermedad en los engordes.
Factores como el acantonamiento en tonsila de la bacteria no permiten que los tratamientos antibióticos habituales lleguen a eliminar la bacteria en los animales portadores. Este hecho permite el desarrollo de la enfermedad cuando las condiciones para la misma se presentan.
La estrategia de control de la enfermedad pasa por la eliminación de los portadores en la pirámide de producción, tanto en los engordes como en la recría de cerditas.
Cualquier estrategia antibiótica que realizamos en los engordes no fue efectiva por lo que nos centramos en luchar frente a la creación de portadores en las granjas de reproductoras -producción IGPs-, mediante dos herramientas:
Para frenar la creación de animales portadores, con el objetivo de reducir la presión de la infección e incrementar el status inmunitario se recomienda:
El uso de tratamientos antibióticos debe estar asociado a tres importantes variables:
Tras valorar una vacuna comercial y las autovacunas, optamos por la utilización de una autovacuna realizada a partir del aislamiento de las cepas implicadas. En ambos casos (vacuna comercial y autovacuna) son una herramienta útil en el control de la enfermedad como así se observó tras un testaje de las mismas en lechones en cebo.
El programa vacunal se aplica fundamentalmente a futuras reproductoras (6 y 9 semanas de vida) y en gestantes con una primovacunación a 60 y 90 días de gestación y revacunaciones en cada ciclo.
Este programa vacunal en reproductoras necesita al menos de 110 a 120 días para obtener los primeros hijos de cerdas vacunadas. Durante este periodo además del tratamiento antibiótico se puede optar por la aplicación de vacuna directamente en los lechones.
Las vacunas constituyen una herramienta útil para el control de la enfermedad
Para el estudio económico hemos tenido en cuenta una serie de tratamientos:
Y dos tipos de cerdos:
Con estas variables hemos elaborado una gráfica en la que comparamos el umbral de rentabilidad de cada tratamiento con el porcentaje de mortalidad objetivo.
El umbral de rentabilidad para el uso de autovacuna en los lechones del cebo tal y como se aprecia en la gráfica es del 0.8% de mortalidad por encima del objetivo
Gráfica 2. Umbral de rentabilidad en relación al porcentaje de mortalidad objetivo para el uso de autovacunas
El umbral de rentabilidad para el uso del programa completo en reproductoras para tres tipos de antibióticos como se aprecia en la gráfica es del 0,15-0,4% de mortalidad por encima del objetivo
Gráfica 3. Umbral de rentabilidad en relación al porcentaje de mortalidad objetivo para tres tipos de antibióticos
La presencia de animales portadores en la granja -abuelas- que permiten la sucesiva creación de portadores en la pirámide de producción
Un elevado porcentaje de reposición de animales que a su vez son positivos a la enfermedad
Incremento de los días de lactación ya que se incrementa el riesgo de contagio de los lechones al disminuir la protección humoral materna
Cambios bruscos de temperaturas en cebo
Elevadas cantidades de carne por metro cúbico en los engordes. Generalmente los brotes suceden pocas semanas antes de las cargas a matadero, reduciéndose el impacto de la enfermedad cuando se reduce el número de animales tras la carga
La estrategia más acertada desde nuestro punto de vista y valorando la importancia de la presencia de la enfermedad en los engordes, es aquella que combina la vacunación de lechones en los engordes y el tratamiento terapéutico en las granjas de reproductoras, durante el tiempo necesario para la producción de lechones con garantías sanitarias suficientes, en nuestro caso entre tres y cinco meses
×